Cirugía secundaria
Cuando se realiza una intervención quirúrgica de cualquier tipo y se introduce algo externo en el cuerpo humano – ya sea un órgano, materiales de osteosintesis como tornillos o placas metálicas, o una prótesis dental – éste puede rechazarlo al considerarlo como algo ajeno y peligroso. Es por esto por lo que antes de hacer un trasplante se deben hacer muchas pruebas hasta estar seguro de que el donante y el paciente son totalmente compatibles.
Esto mismo puede ocurrir en una operación de aumento de mamas. Para lograr los objetivos deseados, se introduce un implante de silicona o de suero salino que modifica el tamaño de los senos hasta lograr el deseado por la paciente. Es posible – aunque poco probable, se estima que una de cada cien mujeres puede sufrirlo – que el cuerpo humano rechace dicho implante. Cuando esto ocurre, estamos ante una contractura capsular.
Cómo se arregla la contractura capsular
Para arreglar este problema, hay que acudir a un cirujano plástico. La solución es bastante sencilla: hay que extirpar la cicatriz interna que envuelve los implantes (cápsula) y los implantes colocados anteriormente se reemplazan por otros similares o los que desee la paciente. De esta forma, se devuelve a los senos su tamaño y una posición más natural.
Grados Baker de contractura capsular
En función de cómo de grave sea la contractura capsular, existen cuatro niveles diferentes:
- Grado I: la mama parece natural a la vista y está blanda.
- Grado II: el pecho parece completamente normal, aunque está un poco firme.
- Grado III: el seno está firme, pero a la vista parece deformado.
- Grado IV: la mama está firme, se observa completamente deformado y, cuando se palpa, se siente un gran dolor.
Si crees que sufres contractura capsular, sea del nivel que sea, no dudes en contactar con nosotros. En Aumento de pecho Barcelona solucionaremos tu problema y te ayudaremos a volver a la normalidad con unos senos perfectos y naturales.